Seas o no de Bilbao, seguro que hay detalles de la historia de la Villa que todavía no conoces. Rincones, monumentos y delicias gastronómicas que cuentan mucho de esta ciudad tan singular. Te contamos algunas curiosidades:
BALDOSA DE BILBAO
Una de las características más marcadas de la Villa son sus aceras compuestas con un tipo de baldosa muy especial. Allá por los años 20 y 30, se cambió el antiguo asfalto por baldosas. El objetivo era resistir la lluvia y que los peatones no resbalaran en el suelo mojado. Las primeras baldosas estaban hechas de hormigón, salpicadas con viruta de hierro y arena gruesa. En un principio, estas nuevas baldosas se fabricaban en la calle Mena.
LA CASA MÁS ANTIGUA
La primera casa bilbaína se encuentra situada en la esquina de la calle Jardines con Bidebarrieta. A día de hoy, la construcción se mantiene, aunque no se parece casi nada a la original.
FUENTE DE LOS 4 ELEMENTOS
En el Casco Viejo se sitúa una de las plazas más características, céntricas y visitadas de Bilbao. Es la Plaza Unamuno. El lugar es bien conocido por los bilbaínos, sin embargo, su fuente pasa más desapercibida. Cuenta con cuatro grifos esculpidos, en los que cada uno representa un elemento natural: fuego, aire, tierra y agua.
ARCOS DE LA RIBERA
Los dibujos del mercado son resultado de un conjunto de obras de diferentes artistas urbanos, desarrolladas en colaboración con el Ayuntamiento.
PUPPY
La simpática y gigante escultura floral de un perro que está en frente del Museo Guggenheim de Bilbao fue creada por el artista Jeff Koons. Tiene 13 metros de altura, 15 toneladas de peso y está formada por unas 40.000 flores. Antes de instalarse definitivamente en Bilbao en el año de 1997, estuvo de paseo por el Museo de Arte Contemporáneo de Sidney (Australia) y en Alemania.
CALLE DE LA PELOTA: ORIGEN DE SU NOMBRE
Antiguamente, la ciudad tenía una gran muralla que aportaba seguridad y servía de frontera. Tras ser derribada, los bilbaínos aprovecharon la pared que quedó en pie para jugar a la pelota. La constante práctica de esta actividad hizo que, con el paso del tiempo, recibiera el nombre de calle de la Pelota.
ESTRELLA DEL CASCO VIEJO
¿Has visto una estrella en el pavimento del Casco Viejo? Se trata, actualmente, del único punto de la zona desde el que se puede ver la Basílica de Nuestra Señora de Begoña, la patrona de Bizkaia. Se encuentra debajo de la imagen de Nuestra Señora de Begoña y de la hucha de los txikiteros (entre las calles Santa María y Perro).
HUCHA DE LOS TXIKITEROS
Antes de nada vamos a contar qué son los txikiteros (fuera de Bilbao no es una figura muy conocida). Es el nombre que se les da a quienes consumen ‘txikitos’, una medida pequeña de vino con la que se alterna en los bares. Pues bien, los txikiteros donaban la calderilla que sobraba de pagar las rondas a los huérfanos de la Villa, más conocidos como «Los niños de la Casilla». Hoy en día, siguen depositando de manera anónima las monedas que sobran y la recaudación se dona anualmente a diversas instituciones benéficas de la capital vizcaína.
CAROLINA DE BILBAO
Hay algunos dulces que son característicos de la ciudad, pero uno de los más tradicionales es la Carolina. En una tartaleta de hojaldre se coloca un cono de merengue con chocolate y yema de huevo. Otros postres populares son el pastel de arroz, el bollo de mantequilla, el pastel ruso, el jesuita de cabello de ángel o el relleno de Vergara. Pincha aquí para obtener más información.
PUENTE CASTREJANA
Presente en documentos que se remontan al siglo XIV, es un puente situado sobre el río Cadagua que conecta Barakaldo y Bilbao y está en la ruta de la Costa del Camino de Santiago. Tiene un estilo gótico y solo un arco de medio punto. También es conocido como puente de las «Brujas» o del «Diablo», por una de las leyendas les atribuye su construcción al mismo Diablo:
La más antigua cuenta que una joven vendió su alma al Diablo a cambio de un puente que le permitiera cruzar a la otra orilla del Cadagua, donde vivía su amado. Cuando solo faltaba una dovela para acabar el puente, la joven se arrepintió y el canto del gallo ahuyentó al Diablo. Pudo así salvar su alma y cruzar el puente para ver a su amado.
‘FOSTERITOS’
Así se les llama a las bocas de metro de Bilbao, diseñadas por el arquitecto Norman Foster. De ahí su nombre, un pequeño homenaje. Estas marquesinas con forma elíptica y creadas de cristal y acero se han convertido en uno de los símbolos de la ciudad y, desde hace décadas, forman parte de su idiosincrasia.
COLUMNAS DE LA ALHÓNDIGA
La nueva Alhóndiga atrae a propios y a extraños y es un lugar de obligada visita. Y en su interior acoge un tesoro: 43 columnas situadas en el atrio central del edificio. Trabajadas con diversos materiales, tienen 3 metros de altura y pesan entre 700 y 7.000 kilos. Las creó el escenógrafo Lorenzo Baraldi para representar diferentes culturas y momentos históricos. Desde luego, merecen un paseo sosegado.
MIRADOR DE ARTXANDA
El mirador de Artxanda, situado en el monte Artxanda (a más de 200 metros de altura), permite disfrutar de unas vistas incomparables (además de conocer un trocito de la historia de Bilbao). Para llegar, se puede utilizar una de las obras de ingeniería más emblemáticas de la Villa como es el Funicular de Artxanda. La estación está en la Plaza del Funicular (a menos de 100 metros de Paseo del Campo Volantín). Pincha aquí para conocer los horarios.
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