Bilbao Art District

Exclusivamente en la margen izquierda de la ría, este distrito abarca el ensanche por antonomasia de Bilbao.

Es la zona comprendida entre el Museo Marítimo, Jardines de Albia, el Paseo Abandoibarra, y Alameda de Urquijo hasta la calle Ercilla. En este espacio se incluyen el Museo Guggemheim y el Bellas Artes, el Museo Marítimo y la Sala Rekalde En su entorno se pueden encontrar galerías de arte, libreros, anticuarios, casas de subasta y restauradores de prestigio.

El Museo Guggenheim ha situado a Bilbao definitivamente en el contexto internacional y lo ha incluido en ese listado de ciudades cuyo atractivo turístico se encuentra en su condición de urbes contemporáneas, en su carácter de centros dinámicos del arte y la cultura. Pero para el visitante no sólo son interesantes sus exposiciones, también lo es el propio edificio y el entorno en que está situado. Es obligado perder unos minutos en la contemplación de la monumental escultura floral de Puppy, y rodear el edificio para llegar al paseo de la ría. Instalada en la parte posterior del edificio, bajo el Puente de La Salve, podremos contemplar y fotografiar la gran escultura de la araña, denominada Mamá de la artista Louise Bourgeois. Podemos seguir dando un paseo por la ría hacia Olabeaga , viendo los edificios de la orilla derecha como la Universidad de Deusto y los dela izquierda, pasando por el Palacio Euskalduna hasta el Museo Marítimo. Allí podemos ver uno de los símbolos bilbaínos, la grúa Carola antaño utilizada en la construcción de embarcaciones para los astilleros Euskalduna. 

Algunos dicen que gracias al Guggemheim, tanto bilbaínos como visitantes, han llegado a valorar el Museo de Bellas Artes.
Es otro de los equipamentos culturales que ha sido profundamente revitalizado en los últimos años. Su colección reúne más de diez mil piezas, entre pinturas, esculturas, obras sobre papel y artes aplicadas, en un destacado conjunto patrimonial que comprende una cronología desde el siglo XIII hasta la actualidad.

Su visita se puede rematar con un agradable paseo por el parque de Doña Casilda Iturrizar, planificado por el arquitecto Ricardo Bastida en 1906. El visitante podrá descansar en uno de los bancos cercanos a la Pérgola escuchando el sonido del agua de las fuentes y el trinar de los pájaros.

Después de las visitas a los museos, se puede comer en cualquiera de los muchos restaurantes de la zona, como por ejemplo en Nerua de Josean Alija en el Guggemheim. O si se opta por salir del museo, se puede comer en el Restaurante Zapirain ( Ajuriaguerra 24), buena cocina tradicional vasca basada en la calidad de sus productos.Pero quizás antes quiera disfrutar de unos pintxos y unos potes en una de las zonas de ambiente de Bilbao: empezar por Las Cepas, en Ajuriaguerra 22, donde hay una buena barra, además de buenos vinos y cerveza. Siguiendo la calle se pasa por el Marques, el Bistrop y el Artistic, hasta llegar a la perpendicular calle Heros donde está el Mr. Marvelous, un sitio con una decoración muy agradable, muy buen ambiente y una extraordinaria tortilla de patatas. En la calle Lersundi, a la altura de la calle Cosme Echevarrieta se encuentra el Singular, donde se pueden degustar vinos y cervezas de cualquier parte del mundo.En Lersundi también está el GIN FIZZ para tomar una rica copa de cualquier tipo de combinado que puedas imaginar, ellos te asesoran en función de tus gustos.

Siguiendo la calle Ajuriaguerra se pasa por delante del Doce y al acabar la calle se llega a Obispo Orueta donde está el Figón, frente al Hotel López de Haro, vinos de gran calidad de diversa procedencia a buenos precios, muy buena cerveza, pintxos a un euro, y raciones para picar. Si al acabar Ajuriaguerra vamos hacia la calle Ercilla vemos La Roca un buen local con buenos caldos, buenas raciones y un café excelente.