La banda formada por Robert Smith a mediados de los años 70 no es ninguna desconocida por estas tierras. La formación británica ya tuvo oportunidad de subirse a un escenario bilbaíno en la edición del BBK Live del año 2012 en la que la banda tuvo la oportunidad de compartir cartel con otras bandas internacionales y nacionales de renombre como Radiohead, Garbage o Keane así como los locales Belako que por aquel entonces celebraban su primer concierto en la campa de Kobetamendi. A pesar que desde aquella época la banda no ha vuelto a pasar por el estudio para presentarnos ningún trabajo discográfico nuevo, sigue siendo una de las formaciones de referencia para poder comprender la evolución de la música británica desde finales de los cambiantes años 70 hasta la irrupción imparable del sonido grunge y garage de Seattle. El jueves 24 de noviembre el prestigioso grupo The Cure estará en concierto en el BEC (Bilbao Exhibition Center) para deleitar a sus seguidores con Robert Smith a la voz y guitarra, Jason Cooper en la batería, Simon Gallup en el bajo, Jason Cooper en la batería, Reeves Gabrels en la guitarra y Roger O’Donnell en los teclados.
Sus conciertos han cobrado mucha fama con el paso de los años debido al analítico planteamiento de los directos por parte de su frontman Robert Smith que desde hace muchos años lleva proponiendo a su audiencia conciertos de larga duración donde siempre se ha declarado que no hay cabida ni para los bises ni para las versiones. Una forma muy necesaria de plantear las puestas en largo en directo que sirven para poder llegar a comprender el recorrido de la banda en todo su alcance. Muy dados además a repasar de principio a fin algunos de los discos más destacados de su carrera, Robert Smith y sus chicos siempre logran demostrar en cada directo que son capaces de mantener el buen nivel del que ya disfrutaban en décadas pasadas. A pesar de los continuos cambios de formación y del paso de los años la banda sigue siendo una de las más solicitadas en los festivales de verano de todo el mundo gracias fundamentalmente a un set cargado de canciones míticas.
No obstante, la apariencia estética característica del líder de la banda, Robert Smith, frecuentemente vestido con ropa negra y con un efecto borroneado de lápiz de labios, sumado a letras que con frecuencia son introspectivas y existenciales, han hecho que la banda sea asociada generalmente con el rock gótico. No obstante, Smith se negó a esta categorización y a enmarcar a la banda dentro de un único género: «Es tan triste que a The Cure se le siga llamando gótico. […] No somos categorizables. Supongo que éramos post-punk cuando salimos, pero globalmente es imposible categorizarnos. […] Yo toco música de The Cure, sea lo que sea que esto signifique».
«Friday I´m in Love» o «Boys don´t cry» son sólo la prueba más directa de un repertorio que inclute la banda sonora de algunos de los grandes hits del pop-rock de los años 80 y 90. Habituales gracias a sus videoclips y a su estética de cierto aire retro-futurista y gótico, The Cure han sabido manejarse en el mercadso logrando más de 30 millones de discos vendidos a lo largo de una carrera en la que han sido habituales de las listas de éxitos.
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