Deusto Bizirik, asociación empresarial de comercios, servicios y hostelería de Deusto (230 asociados) lanza una campaña que pone el foco en la relevancia del consumo de cada persona en la configuración de nuestros barrios, pueblos y ciudades. Las consecuencias de un acto cotidiano que conlleva decidir entre lo local, lo foráneo o, simplemente, la comodidad de internet. La campaña Deusto On estará vigente los meses de Mayo y Junio, y ofrecerá sorteos quincenales por un valor total de 2.000€ en vales de consumo para gastar en cualquiera de los más de 200 establecimientos asociados. Una manera de premiar la fidelidad de los clientes y, a la vez, lanzar un claro mensaje sobre cómo configuramos nuestros barrios con nuestro consumo diario..
Los cambios en los hábitos de compra y el uso desmesurado de internet pueden “vaciar” de vida las ciudades y empobrecer la fisionomía de muchos barrios. Lo que parece más cómodo se convierte, a medio plazo, en calles menos atractivas y barrios decadentes. Sobre este debate pone el foco la última campaña de Deusto Bizirik, plataforma que reúne a 230 empresas de comercio, servicios y hostelería del barrio de Deusto.
El cartel, muestra contraponiendo a modo de espejo, la misma imagen del barrio con dos realidades distintas: una, con comercios abiertos y actividad en sus calles; la otra, con lonjas vacías y sin vida en sus aceras ya que la pandemia ha dejado bien a las claras, la importancia de apelar a lo cercano, a lo local.
Vivimos un momento de crisis en el que los barrios y su pequeño comercio pueden salir reforzados porque a gente se ha dado cuenta ahora más que nunca lo importante que es tener a mano una frutería, una tienda de decoración para el hogar, un gimnasio donde hacer deporte… Hay que hacer ver a la gente la importancia que tiene su consumo diario a la hora de configurar sus barrios y pueblos. Todo esto, está en nuestras manos, podemos decidir cómo queremos que sean las cosas y actuar en consecuencia con nuestra forma de consumir: apostar por tus tiendas cercanas o consumir fuera o, lo que es peor, abandonarte a la compra en internet.
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