Después de meses de reforma, por fin ha abierto sus puertas el emblemático Café Iruña. Podemos volver a disfrutar de sus pintxos, sus deliciosos menús y cómo no, de su atractivo más caraterístico, la esencia que emana de su arquitectura y sus detalles. Tras una intensa labor de limpieza, restauración y reconstrucción de algunas piezas el resultado es un espacio brillante, lleno de luz y color pero sin perder las raíces y la identidad del local más carismático de la Villa.
El Café Iruña nos ofrece como siempre su gran carta de picoteo, menú del día, menú ejecutivo y menú fin de semana, opciones diversas para todo tipo de público y ocasión. Además, como novedad, se ha reformado también el escenario para deleitarnos con música en vivo en nuestras reuniones con amigos.
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