Un paseo por el Puerto Viejo de Algorta, en Getxo, es siempre agradable. Lo que en su día fue una pequeña villa de pescadores, con sus calles empinadas y casas apiñadas, hoy en día es una zona de buen ambiente donde degustar unos pintxos o comer en sus restaurantes, mirando un bello paisaje de la costa de Bizkaia.
Este agradable paseo se puede hacer siguiendo un recorrido acompañado de varios paneles numerados ubicados en lugares estratégicos del Puerto. Leyéndolos o escuchándolos en varios idiomas (todos ellos están adaptados a personas con deficiencia visual) el caminante descubre las peculiaridades de este rincón tan emblemático de Bizkaia y conoce, cómo no, su historia.
Además de los paneles interpretativos, muchas de las casas tienen placas con su nombre y un código QR que explica el significado o de dónde proviene ese nombre. Así, quien lea los códigos de las casas “Aspezarramañarikua”, “Perizenabarria” o “Entelladorena” averiguará el oficio, el parentesco o el significado del nombre en relación con quién habitó la casa.
Para hacer los recorridos se puede descargar gratuitamente la app “El Puerto Viejo, de casa en casa”.
Estos elementos digitales nos ayudan conocer la estrecha relación con el Abra y el mar: las historias de naufragios y salvamentos heroicos, los gritos alegres de las sardineras, la temprana llamada del ‘Txo’ (el grumete y más joven de la tripulación) en las casas de los pescadores, los hábiles lemanes (un marino experto en maniobras de puerto), los veraneantes y las ayas que trabajaban a su servicio… Nos transportarán a otro tiempo, no tan lejano, que se ha conservado de manera asombrosa.
Visita guiada y libro gastronómico
Los domingos del verano se organiza una sorprendente visita con guía de una hora de duración. Intervienen personajes de la época, que convierten el Puerto en un divertido teatro improvisado. Cuesta 6 € y no es necesario reservar. Se visitan lugares emblemáticos en la vida del Puerto como el pretil de «Erriberamune», la antigua ermita de San Nicolás o el Etxetxu, el “espíritu del Puerto Viejo” por ser el espacio público de referencia que acogió las reuniones de la Cofradía de Navegantes y sede de la Sociedad de Prácticos Lemanes. Los habitantes del Puerto destacaron en el oficio del lemanaje, una tarea muy arriesgada por las condiciones de la bahía, donde eran habituales los naufragios.
Por su parte, la recuperación de la cultura gastronómica local se ha recogido en un libro de gastronomía popular que recoge los platos típicos de habitantes del barrio, sus bares, restaurantes y txokos. Contiene un texto dedicado al Dr. Bilbao, originario del Puerto, pionero en las recomendaciones de una vida y alimentación sana para prevenir enfermedades. Recetas habituales en el Puerto Viejo, en “El sabor del Puerto Viejo” (14 €).
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